¿Qué es?

El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), es un trastorno que se inicia en la infancia (antes de los 7años) y se caracteriza por dificultades para mantener la atención, hiperactividad o exceso de movimiento e impulsividad o dificultades en el control de los impulsos. Los síntomas interfieren de forma significativa la vida del niño, creando un deterioro significativo en su actividad social, familiar o/y académica.

Para diagnosticar el TDAH en cualquiera de sus categorías: Algunas alteraciones provocadas por los síntomas, se presentan en dos o más ambientes (por ejemplo en casa y en la escuela).

Los síntomas ni aparecen ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.

Existen por tanto, tres grandes grupos de síntomas:

       1. Atención

  • Se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes, esto hace que pierda mucho tiempo en cualquier tarea cotidiana. En clase, son habituales las quejas por sus distracciones.
  • Tiende a cambiar mucho de actividad / juego dejándolas a medias.
  • Parece no escuchar cuando se le habla, tiene dificultades para seguir la conversación adecuadamente, así como para seguir las normas de un juego o actividad propuesta.
  • La dificultad en atender, hace que se les etiquete de desobedientes, ya que no están atentos cuando se da la orden.
  • Pierde u olvida cosas necesarias (objetos personales, material escolar, apuntar o presentar tareas, juguetes,…).
  • Le cuesta prestar atención a los detalles y seleccionar lo importante de lo irrelevante, lo que le lleva a tener fallos en sus tareas (las llevadas, colocación adecuada de los números en las operaciones, se pierde en los dictados o se salta líneas en la lectura…).
  • Muy desmotivados ante el trabajo académico o aquel que le requiera una atención sostenida (incluso en actividades lúdicas como cine, juegos,..), esto hace que aparezcan muchas quejas de su “vaguería” y la dificultad para encontrar algo que les motive.

 

Se denomina Déficit de atención cuando la atención es el área significativamente alterada. Se detecta cuando el rendimiento académico es muy bajo en relación con lo esperado y no suele ir acompañado de los otros dos grupos de síntomas, hiperactividad e impulsividad.

 

       2. La impulsividad

  • La impulsividad equivale a una falta de autocontrol o incapacidad para inhibir la conducta y controlar sus emociones de forma adecuada.
  • A menudo tiene dificultades para controlar sus pensamientos, lo que les lleva a actuar sin pensar las consecuencias de su conducta pensar antes de actuar. Lo que puede tener cierto riesgo.
  • A menudo presentan una respuesta de rabia desmesurada ante situaciones que no lo requieren, solo por no conseguir aquello que quieren de manera inmediata o por su poca tolerancia a que no salgan las cosas como esperaban, esto les lleva a problemas con sus iguales, insultos…y a desarrollar grandes rabietas fuera de su etapa evolutiva
  • Se precipita diciendo cosas en momentos poco oportunos o respondiendo a preguntas incluso antes de que se le hayan acabado de formular. Interrumpe o se inmiscuye a menudo en las conversaciones, juegos o actividades de los demás.
  • Se muestra impaciente, le cuesta aguantar en una tarea, esto les lleva a querer terminar rápido cometiendo errores porque leen a medias la tarea que se les pide y a que tengan muchas dificultades para esperar o guardar turnos, empezando a llamar la atención de forma inadecuada y generar una sensación de agotamiento en los que están a su alrededor ante su comportamiento.

      

       3. La hiperactividad

  • La hiperactividad se define como actividad excesiva o inapropiada.
  • Frecuentemente movimiento inquieto de pies y manos (balancear el pié, dar golpecitos con el lápiz o los dedos, jugar con pequeños objetos, toquetear cosas…).
  • A menudo actúan como si estuvieran conducidos por un motor y no pudieran permanecer quietos.
  • A menudo corren, saltan en situaciones donde es inapropiado.
  • Se levantan del asiento en clase o en otras situaciones donde se les demanda que permanezcan sentados
  • Le cuesta entretenerse o dedicarse a actividades tranquilas (acostumbran a tener preferencia por juegos y actividades movidas).
  • Con frecuencia hablan excesivamente, canturrean,…

 

En el adolescente con TDAH, esta actividad inadecuada disminuye y se transforma más en un nerviosismo interno.

 

CAUSAS.

En la actualidad se desconocen las causas directas e inmediatas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad, aunque los últimos estudios indican la alteración de ciertas zonas cerebrales. Dando también mucha importancia a los factores genéticos.

El diagnostico, por tanto debe hacerse a través de un equipo multidisciplinar, es decir, deben intervenir diferentes profesionales que evalúen el funcionamiento psicológico, pedagógico y médico del niñ@ y es necesaria la información de diferentes fuentes, como son padres, maestros y el propio niñ@.

 

¿Cómo trabajamos los especialistas de Clipsa Torrejón de Ardoz?

Según la evaluación realizada, la intervención tendrá en cuenta las necesidades individuales y según estas se programará el tratamiento, que en general va a ser multimodal. Esto permitirá dar respuesta a las necesidades de cada niñ@:

Intervención psicológica, familiar.

Intervención educativa

Intervención farmacológica. Esta debe ser decidida y conducida por un médico, psiquiatra o neurólogo especialista.

 

Desde CLIPSA TORREJÓN DE ARDOZ, se trabajará para dotar al niñ@ de recursos para el control de la ira y el pensamiento reflexivo, el entrenamiento en habilidades emocionales para la mejora de sus relaciones sociales y autoestima y técnicas de resolución de problemas.

Asimismo también se da apoyo especializado para cubrir las necesidades académicas, trabajando de forma estrecha con el centro educativo.

Nuestros profesionales dan especial importancia a la intervención familiar, imprescindible para generar un entorno adecuado de autocontrol y para evitar el deterioro de las relaciones.